Translations

Marcos Ana, Tell Me What A Tree Looks Like

Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.
Por eso aquí entre rejas,
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
ya muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.
Mas no hay sombra de arcángel
vengador en mis venas:
España es sólo el grito
de mi dolor que sueña.

 Marcos Ana

 The publishing house Crocetti has just bought the translations rights of Marcos Ana‘s extraordinary autobiography Decidme cómo es un árbol (“Tell Me What A Tree Looks Like”), which is being translated by Chiara De Luca and will be first presented in Parma and Bologna on June 2009, when Marcos Ana will be guest of the Parma International Poetry Festival.

 

Decidme cómo es un árbol will also become a film by Pedro Almodóvar

 

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Marcos Ana was a young Communist activist, only 19 when he was captured and thrown in jail by the military forces of General Franco. He was imprisoned for 23 years, twice sentenced to death, often beaten and tortured. But his spirit was not broken and, inspired by the poems of Pablo Neruda, he wrote poems of his own, remembering the lines until he could actually write them down, sending them out into the world in the memories of his fellow prisoners when they were released. By the time he got out of prison, he was 41, internationally renowned for his poetry. In September 2007, he published his memoir, Decidme cómo es un árbol (“Tell Me What a Tree Looks Like”), and it has just been announced that Pedro Almodovar will make a film based on Ana’s autobiography.

 

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From “Poesia” (Anno XXI, Maggio 2008. N. 227)

“I versi di questo “poeta che nacque due volte”, come titola un recente articolo del “Corriere della sera” (30/03/2008) coincidono con la voce di un’anima che ha saputo mantenersi pura e generosa pur avendo affrontato le più impensabili atrocità. È una voce chiara, limpida, che fa uso delle poche parole appartenenti al quotidiano, al suo quotidiano, di parole “come spade: / Conteggio. / Muri, catenacci. Il cortile. / Cella. Sanzionato. Morti / in croce.” E di parole appartenenti a una realtà lasciata fuori dalle mura del carcere, eppure mai dimenticata, rigirate nella mente per non perderne il senso anche se tutto il mondo era confinato in un cortile, delimitato da lastroni e cemento, “parole che ardono sulle labbra, / scintille nel petto: / Solidarietà. Amore. / Libertà. Patria. Respiro. / Creazione. Luce. Futuro per tutti. / Figli. Donna. Compagni. / Il mondo. L’umanità. La pace. / Una bandiera, una patria, un popolo. / L’amnistia, il mare e il vento / per il prigioniero.” All'”Università di Burgos” il poeta imparò a restituire al dire il suo senso pieno, così che non aveva bisogno di utilizzare alcun artificio per abbellirlo o conferirgli forza. Ciò che più gli interessava era che comunicassero, con immediatezza, efficacia e verità, ciò che stava accadendo, alla sua vita e a quella dei compagni di prigionia, e che servissero a dissetare “un altro labbro deserto e perseguitato.

Le parole di Ana sono nude, scarne, ridotte alla loro essenzialità, che le rende tanto più pregnanti e incisive. Il dolore, lo strazio fisico e morale, così come l’attesa senza fine e una segreta speranza mai tramontata non vengono in alcun modo “spiegati”. Sono lì, nella concretezza delle immagini, nella “semplicità” dell’incedere del verso, come quando racconta della madre “una santa, / una manciata di carne consumata, / infagottata e sola nel silenzio”, trovata morta in un fossato, dove aveva perso conoscenza dopo essersi aggirata a lungo nei pressi delle porte del carcere, tentando inutilmente di convincere le sentinelle a farle vedere il figlio, condannato a morte per la seconda volta, nel ’43.”

Chiara De Luca

 

 marcos

 

from “The Independent”

Almodovar films story of poet jailed by Franco
by Elizabeth Nash


”Pedro Almodovar, the Oscar-winning Spanish director famed for his colourful and frenetic sex comedies, is to film the tender autobiography of a communist poet who spent 23 years in prison during the darkest years of the Franco dictatorship. Marcos Ana, now 88, was 19 when General Francisco Franco had him thrown in jail in 1939. As a political inmate who had fought against Franco’s victorious troops during the Spanish Civil War, Ana was tortured, shunted from prison to prison and managed to avoid two death sentences before he emerged, bewildered to the point of nausea, a free man in 1961. He was 41 but retained the desires of innocent youth.”

Ana was interviewed by The New York Times in the fall of 2007, when the Spanish parliament considered its “law of historical memory” intended to honor the victims of the Franco regime and the Spanish Civil War: “Bill in Spanish Parliament Aims to End ‘Amnesia’ About Civil War Victims,” by Victoria Burnett
”Marcos Ana does not remember everything about his 23 years in prison during Franco’s dictatorship. But the 87-year-old poet remembers the electric shocks and brutal whippings…. He remembers reading by moonlight the verses of Pablo Neruda, the left-wing Chilean poet, smuggled on single pages to his solitary cell, and memorizing his own compositions until he could scrounge a scrap of paper on which to write them.”

 Marcos Ana’s Blog: just click on the screenshot below to visit it

 blog_marcos_ana

 

 From “El País”

Hace algo más de cuatro meses, el domingo 30 de septiembre, Pedro Almodóvar se enamoró de una historia. Fue un fogonazo que le asaltó al leer las páginas de este periódico.

Aparecía publicado en el suplemento Domingo un avance de las memorias de Marcos Ana, poeta que se convirtió en voz de los presos de la era franquista. Relataba su salida de prisión tras 23 años entre rejas: la luz cegadora, los mareos al circular en coche, el incómodo reencuentro con la libertad y el vértigo ante su primera experiencia amorosa, a los 41 años. Ese hombre temeroso que nunca había estado con una mujer, sus titubeos, esa prostituta que se enternece con su historia y no quiere cobrarle, ese paseo de madrugada por la Gran Vía y esa noche inolvidable se convirtieron rápidamente en celuloide en la cabeza del cineasta manchego. Al día siguiente, el mismo lunes por la mañana, Almodóvar pedía que le enviaran el libro. A los cuatro días decidía que quería conocer a Ana y hacer la película. La semana pasada cerró el acuerdo para hacerse con los derechos.

Subiendo las escaleras camino de su piso, Marcos Ana se queja de la rodilla, pero sube como un tiro: “No tengo tiempo para estar enfermo, por eso estoy así a los 88 años”, dice. Desde luego, aparenta 65. Una foto del Che Guevara preside su librería. Con un puñado de cuadernos de poemas entre las manos, cuenta que su relación con el director manchego puede ser el inicio de una gran amistad, “como en el final de Casablanca”. Ana -nacido Fernando Macarro Castillo, adoptó los nombres de su padre y su madre para firmar- ingresó en prisión a los 19 años y sobrevivió a abominables torturas y a dos condenas de muerte. En el año 1954, encerrado en una celda de castigo, empezó a escribir poemas apoyándose del revés del plato que le daban para comer. A la luz de un minúsculo candil, hecho con un tintero, alcohol y mecha, compuso versos que pronto trascendieron los muros de prisión y empezaron a ser publicados por comités de solidaridad en el exilio. Los compañeros presos que salían en libertad los memorizaban para poder dictarlos a su salida. Se convirtió así en una voz intramuros de la España perseguida.

Escribir sus memorias era una de sus asignaturas pendientes. Ya en una madrugada de 1963, apenas dos años después de salir de prisión, su amigo Pablo Neruda le abroncó tras una larga noche en que Ana le contó su vida: “¡Somos unos insensatos, las palabras se las lleva el viento, si hubiéramos tenido un magnetofón ya tenías escrito el libro!”, exclamó el poeta chileno. Ana, humilde hasta decir basta, nunca osó negociar la publicación de sus poemas: “La poesía era un arma más para luchar por las libertades, no sé si mis versos son buenos o malos, sólo sé que fueron necesarios”, dice con la lucidez de un hombre que sigue viviendo a contrarreloj, ganándole tiempo al tiempo, intentando recortar el efecto de 23 años entre rejas. Hace tres años, las presiones de sus amigos le llevaron a ponerse a escribir por fin sus memorias, Decidme cómo es un árbol (Editorial Umbriel-Tabla Rasa), el material en el que se basará Almodóvar, que hará dos películas antes de ésta (en mayo empieza a rodar Los abrazos rotos).

Gran amigo de Rafael Alberti, Ana es un comunista convencido: “Lo único que puede compensarme a mí es el triunfo de mis ideales”, dice con voz cadenciosa, profundo. “Solidaridad es hoy la palabra más hermosa y más necesaria. Este mundo es muy injusto y eso tiene que explotar. Muchos jóvenes saben que otro mundo es posible”.

1 reply »

  1. I’m trying to get a copy of TELL ME WHAT A TREE LOOKS LIKE, the English version and not finding anything. Can you tell me if the title did get an English translation, and if so, whether I can get a copy, a used one is fine too, and where I can get/ order one?

    Thanks,
    K

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